El término "omnisciente" proviene del latín, donde "omni-" significa "todo" y "ciente" o "scient" hace referencia al conocimiento o la ciencia. Así, el adjetivo "omnisciente" se utiliza para describir a alguien que posee un conocimiento ilimitado y completo sobre todas las cosas, tanto reales como posibles. Es sinónimo de "omniscio" u "omnisapiente", y se aplica tanto a personas como a seres supremos o entidades divinas.
La noción de omnisciencia está estrechamente vinculada con las religiones judía, cristiana e islámica. En estas tradiciones, Dios es considerado como un ser omnisciente, lo que significa que posee conocimiento total y perfecto sobre todas las cosas. Esta cualidad divina es fundamental en el concepto de Dios, ya que implica que Él conoce todos los pensamientos, sentimientos y acciones de cada individuo en todo momento. La omnisciencia de Dios también se extiende al conocimiento de todas las posibilidades y eventos futuros.
La idea de un Dios omnisciente se presenta como una fuente de consuelo y guía para los creyentes. La creencia en un ser supremo que tiene pleno conocimiento de todas las cosas puede proporcionar un sentido de seguridad y propósito en la vida, al saber que alguien comprende y está al tanto de sus vidas y experiencias.
En el ámbito de la literatura, el narrador omnisciente es un recurso narrativo muy utilizado. Este tipo de narrador es un personaje creado por el autor para contar la historia desde una perspectiva objetiva y con un conocimiento total de los eventos, pensamientos y sentimientos de los personajes. Se presenta en tercera persona singular y tiene la capacidad de adentrarse en la mente de los protagonistas y secundarios, ofreciendo una visión global de la trama.
El narrador omnisciente no interviene directamente en la narración ni influye en los acontecimientos. Su objetivo es proporcionar al lector una comprensión completa de la historia y permitirle ver más allá de lo que los personajes pueden percibir. Esta técnica narrativa puede enriquecer la trama y la caracterización, ya que permite al lector obtener información valiosa sobre los motivos y las acciones de los personajes.
En el contexto religioso, los términos "omnisciente", "omnipresente" y "omnipotente" comparten la misma raíz etimológica "omni-", que denota "todo". Estas cualidades se atribuyen al Dios supremo y son esenciales para comprender su naturaleza divina.
La omnisciencia de Dios se refiere a su conocimiento absoluto sobre todas las cosas, mientras que la omnipresencia implica que Dios está presente en todos los lugares y momentos simultáneamente. Por otro lado, la omnipotencia indica que Dios posee un poder absoluto y supremo sobre todo lo creado.
Uno de los primeros registros del concepto de omnisciente se encuentra en las religiones y mitologías antiguas. En la antigua Grecia, por ejemplo, los dioses eran considerados omniscientes y omnipotentes, con la capacidad de conocer y controlar todos los aspectos del mundo y la vida humana. De manera similar, en la religión hindú, el concepto de Brahman se asocia con una realidad última e infinita que abarca todo el conocimiento y la existencia.
Sin embargo, es en las religiones monoteístas donde el concepto de omnisciencia se desarrolla de manera más prominente. En el judaísmo, cristianismo e islam, se atribuye a Dios la cualidad de ser omnisciente. Los textos sagrados de estas religiones, como la Biblia y el Corán, presentan a Dios como un ser supremo que posee conocimiento completo de todo lo que ha ocurrido, ocurre y ocurrirá en el universo.
Concluyendo, la noción de omnisciencia es una idea poderosa que trasciende las fronteras de la religión y la literatura. Desde las religiones monoteístas que atribuyen a su Dios la cualidad de saberlo todo, hasta la narrativa literaria que utiliza el narrador omnisciente para ofrecer una visión completa de las historias, el concepto de omnisciente representa el conocimiento absoluto e infinito.
Conocimiento Absoluto: La principal característica de un ser omnisciente es que posee un conocimiento absoluto e ilimitado sobre todas las cosas. Esto incluye un entendimiento completo del pasado, presente y futuro, así como el conocimiento de todas las posibilidades y alternativas.
Conocimiento de Pensamientos y Sentimientos: Un ser omnisciente no solo está al tanto de los hechos y eventos que ocurren, sino que también conoce los pensamientos, emociones y motivaciones de todas las personas y seres. Esto implica una comprensión profunda de la psicología y las intenciones de cada individuo.
No Limitado por el Tiempo o el Espacio: La omnisciencia implica que el conocimiento no está restringido por el tiempo ni el espacio. Un ser omnisciente puede conocer lo que sucedió en el pasado, lo que está ocurriendo en el presente y lo que ocurrirá en el futuro, sin importar la ubicación física.
Saber sobre lo Real y lo Posible: La omnisciencia abarca tanto el conocimiento de todas las cosas que existen en la realidad como el conocimiento de todas las cosas posibles, incluso aquellas que aún no se han materializado. Un ser omnisciente tiene una visión completa de todas las posibilidades.
Fuente de Sabiduría y Guía: La cualidad de omnisciente se asocia a menudo con la sabiduría y la guía. Un ser omnisciente puede ser considerado como una fuente de conocimiento y consejo para aquellos que buscan orientación y comprensión en la vida. En las religiones, se considera que Dios, como ser omnisciente, tiene un conocimiento completo de todas las cosas y puede guiar a sus creyentes hacia el camino correcto.
El ser omnisciente es aquel que todo lo sabe, en todo momento.
Dios en el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam: En estas religiones monoteístas, Dios es considerado omnisciente, lo que significa que conoce todo lo que ha ocurrido, ocurre y ocurrirá en el universo. Se cree que Dios tiene pleno conocimiento de los pensamientos, sentimientos y acciones de todas las personas y seres.
Narrador Omnisciente en la Literatura: En muchas obras literarias, especialmente en novelas clásicas, se emplea el narrador omnisciente. Este narrador tiene un conocimiento completo de los acontecimientos, así como de los pensamientos y emociones de los personajes. Un ejemplo clásico es la novela "Ana Karenina" de León Tolstói, donde el narrador omnisciente revela los sentimientos más íntimos de los personajes y ofrece una visión completa de la sociedad rusa de la época.
Oráculos y Profetas en la Antigüedad: En culturas antiguas, como la griega o la romana, los oráculos y profetas eran considerados intermediarios con conocimiento divino. Se les atribuía la capacidad de predecir el futuro y conocer los designios de los dioses, lo que les confería una cualidad cercana a la omnisciencia.
Máquinas y Sistemas de Inteligencia Artificial: En el contexto de la ciencia ficción, a menudo se presentan máquinas o sistemas de inteligencia artificial que son omniscientes. Estas entidades tienen acceso a una cantidad masiva de datos y pueden procesar información de manera instantánea para predecir eventos futuros o responder preguntas complejas. Un ejemplo icónico es el personaje de "La Máquina" en la serie de televisión "Person of Interest".
Personajes Mitológicos: En diversas mitologías, hay seres y dioses que son retratados como omniscientes. Por ejemplo, en la mitología nórdica, Odín es considerado un dios omnisciente que tiene sabiduría y conocimiento sobre todas las cosas, mientras que en la mitología hindú, el dios Vishnu es conocido como el "Preservador del Universo" y es considerado omnisciente.
Para finalizar, basta recapitular que, el término "omnisciente" proviene del latín, donde "omni-" significa "todo" y "ciente" o "scient" hace referencia al conocimiento o la ciencia. Así, el adjetivo "omnisciente" se utiliza para describir a alguien que posee un conocimiento ilimitado y completo sobre todas las cosas, tanto reales como posibles. Es sinónimo de "omniscio" u "omnisapiente", y se aplica tanto a personas como a seres supremos o entidades divinas.
Un ejemplo de omnisciente es un tipo de narrador en la literatura.
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