La respiración celular es uno de los procesos fundamentales que ocurren en todas las células vivas. Es el proceso mediante el cual las células obtienen la energía necesaria para llevar a cabo sus funciones vitales a partir de la degradación de moléculas orgánicas, principalmente azúcares, en presencia de oxígeno. Este complejo proceso se puede dividir en tres etapas distintas: glucólisis, ciclo del ácido cítrico y fosforilación oxidativa.
La glucólisis, también conocida como glicólisis, es la primera etapa de la respiración celular y ocurre en el citoplasma de la mayoría de las células. Su función principal es la de descomponer una molécula de glucosa, que consta de seis carbonos, en dos moléculas de piruvato, cada una con tres carbonos. A lo largo de diez reacciones químicas, cada una catalizada por enzimas específicas, se consumen dos moléculas de ATP y se producen cuatro moléculas de ATP, generando un saldo neto de dos ATP.
Además, la glucólisis produce dos moléculas transportadoras de hidrógenos, la nicotinamida adenina dinucleótido (NADH), que serán fundamentales para la última etapa de la respiración celular.
La segunda etapa de la respiración celular es el ciclo del ácido cítrico, también conocido como ciclo de los ácidos tricarboxílicos o ciclo de Krebs. Esta etapa se lleva a cabo en las mitocondrias de las células eucariotas y tiene como objetivo principal liberar dióxido de carbono (CO2) y producir moléculas portadoras de electrones, como el NADH y el flavin adenín dinucleótido (FADH2).
El ciclo del ácido cítrico consta de ocho pasos, donde el oxalacetato, una molécula de cuatro carbonos, se combina con el acetil de la acetil-Coenzima A (acetil-CoA) para formar el cítrato, una molécula de seis carbonos. A medida que el ciclo progresa, se liberan moléculas de CO2 y se regenera el oxalacetato, dando inicio nuevamente al ciclo. Estas reacciones generan moléculas ricas en energía, como el NADH y el FADH2, que se utilizarán en la etapa final de la respiración celular.
La etapa final y más crucial de la respiración celular es la fosforilación oxidativa, que ocurre en la membrana interna de las mitocondrias. Aquí, los transportadores de electrones, como el NADH y el FADH2 generados en las etapas anteriores, depositan sus electrones en una secuencia de proteínas que forman la cadena de transporte de electrones.
En esta cadena, los electrones se transfieren de una proteína a otra hasta llegar a una molécula de oxígeno, que actúa como aceptor final de electrones. La combinación de electrones con el oxígeno y los protones genera moléculas de agua (H2O).
Simultáneamente, durante este proceso, se lleva a cabo la fosforilación, que es la adición de un grupo fosfato al adenosindifosfato (ADP) para formar adenosintrifosfato (ATP). El ATP es la molécula de energía que utilizará la célula para llevar a cabo sus actividades metabólicas.
Entonces, la respiración celular es un proceso altamente coordinado que involucra una secuencia compleja de reacciones químicas en el citoplasma y las mitocondrias. A través de esta vía metabólica, las células producen una cantidad significativa de ATP, que es esencial para mantener la vida y realizar todas las funciones biológicas necesarias.
La respiración celular puede ocurrir de dos formas: aeróbica y anaeróbica, dependiendo de la presencia o ausencia de oxígeno.
En la respiración aeróbica, el piruvato, producto de la glucólisis, es transportado desde el citoplasma a las mitocondrias, donde se transforma en dióxido de carbono y acetil-Coenzima A (acetil-CoA). Este último entra en el ciclo del ácido cítrico y se inician las reacciones que conducen a la producción de ATP mediante la fosforilación oxidativa. Es importante destacar que la respiración aeróbica produce una cantidad significativamente mayor de ATP en comparación con la respiración anaeróbica.
En la respiración anaeróbica, el proceso comienza de manera similar a la aeróbica con la glucólisis, donde se degrada la glucosa y se obtienen moléculas de piruvato. Sin embargo, en ausencia de oxígeno, el piruvato no entra en las mitocondrias. En cambio, sufre una transformación mediante fermentación.
En el caso de las células musculares, el piruvato se convierte en lactato, mientras que en la fermentación alcohólica, el piruvato se transforma en etanol y dióxido de carbono. La respiración anaeróbica produce una cantidad mucho menor de ATP en comparación con la respiración aeróbica debido a que el proceso de fosforilación oxidativa no se lleva a cabo en su totalidad.
En conclusión, la respiración celular es un proceso esencial para la vida y la supervivencia de todas las células. A través de una secuencia de etapas bien coordinadas y complejas, las células obtienen la energía necesaria para llevar a cabo sus funciones y mantener su viabilidad. La eficiencia y la cantidad de energía producida varían según la presencia de oxígeno, dando lugar a dos tipos de respiración: aeróbica y anaeróbica.
Obtención de energía: La principal característica de la respiración celular es que es el proceso mediante el cual las células obtienen energía. A través de una serie de reacciones químicas, las moléculas orgánicas, como la glucosa, son degradadas en presencia de oxígeno para producir adenosintrifosfato (ATP), que es la principal fuente de energía química utilizada por las células para llevar a cabo sus funciones.
Presencia de oxígeno: La respiración celular aeróbica requiere la presencia de oxígeno para llevarse a cabo completamente. El oxígeno actúa como el aceptor final de electrones en la cadena de transporte de electrones, permitiendo la producción eficiente de ATP a través de la fosforilación oxidativa. Por otro lado, la respiración anaeróbica ocurre en ausencia de oxígeno y se produce una cantidad limitada de ATP.
Etapas distintas: La respiración celular consta de tres etapas principales: glucólisis, ciclo del ácido cítrico y fosforilación oxidativa. Cada etapa tiene un papel específico en el proceso global, y en conjunto, permiten la degradación completa de las moléculas orgánicas y la producción de ATP.
Localización intracelular: La respiración celular ocurre en diferentes compartimentos celulares. La glucólisis tiene lugar en el citoplasma, mientras que el ciclo del ácido cítrico y la fosforilación oxidativa se llevan a cabo en las mitocondrias, donde se encuentran las enzimas y estructuras necesarias para estas etapas específicas.
Proceso regulado y complejo: La respiración celular es un proceso altamente regulado y complejo. La actividad de las enzimas involucradas en cada etapa está cuidadosamente controlada para asegurar una producción de energía eficiente y para evitar la acumulación de productos tóxicos o desequilibrios en la célula.
 
 
        La respiración celular es el proceso mediante el cual, las células obtienen energía.
Respiración celular en células humanas: En nuestro propio cuerpo, las células llevan a cabo la respiración celular para obtener la energía necesaria para realizar todas sus funciones. Los alimentos que consumimos, como carbohidratos y grasas, son degradados en el proceso de glucólisis y el ciclo del ácido cítrico, y luego las moléculas portadoras de electrones resultantes, como el NADH y el FADH2, son utilizadas en la fosforilación oxidativa para producir ATP.
Respiración celular en células vegetales: Las células de las plantas también realizan la respiración celular para obtener energía. Durante la fotosíntesis, las plantas producen glucosa a partir de la luz solar y el dióxido de carbono. Luego, en la respiración celular, las células descomponen la glucosa para obtener ATP y liberar dióxido de carbono y agua como productos de desecho.
Respiración celular en levaduras: En la fermentación alcohólica, las levaduras, un tipo de hongo unicelular, llevan a cabo la respiración anaeróbica. Las levaduras descomponen la glucosa en ausencia de oxígeno y producen etanol y dióxido de carbono como productos finales. Este proceso es utilizado en la industria para la fermentación de la cerveza y el pan.
Respiración celular en bacterias: Las bacterias también realizan la respiración celular para obtener energía. Algunas bacterias pueden llevar a cabo la respiración aeróbica si hay oxígeno presente en su ambiente, mientras que otras pueden realizar la respiración anaeróbica en ausencia de oxígeno.
Respiración celular en células musculares: Durante el ejercicio físico intenso, las células musculares pueden pasar de la respiración aeróbica a la anaeróbica debido a la demanda rápida de energía. En la respiración anaeróbica, el piruvato generado en la glucólisis se convierte en lactato, lo que lleva a la acumulación temporal de ácido láctico en los músculos y puede causar fatiga. Sin embargo, una vez que se restablece el suministro adecuado de oxígeno, las células vuelven a la respiración aeróbica para recuperarse y seguir produciendo energía de manera más eficiente.
Para finalizar, basta recapitular que, la respiración celular es uno de los procesos fundamentales que ocurren en todas las células vivas. Es el proceso mediante el cual las células obtienen la energía necesaria para llevar a cabo sus funciones vitales a partir de la degradación de moléculas orgánicas, principalmente azúcares, en presencia de oxígeno. Este complejo proceso se puede dividir en tres etapas distintas: glucólisis, ciclo del ácido cítrico y fosforilación oxidativa.
 
 Un ejemplo de respiración celular se da en la células musculares cuando hacemos ejercicio.
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